Dissabte 26 de Novembre
Salm 48
Para poder contarle a la
próxima generación:
¡Este
es Dios!
Nuestro
Dios eterno e inmortal
que
siempre nos guiará.
El salmo 48, que está dividido
en dos partes naturales, se construye alrededor del monte Sión. En la primera
parte se habla del Sión victorioso, la morada del Gran Rey y espanto de todas
las naciones. En la segunda, se habla del Sión espiritual, morada del Dios del
amor y la misericordia.
Pero a mí me ha llamado la
atención y me ha hecho pensar las palabras reproducidas al comienzo de esta
entrada, la importancia, necesidad y mandado de pasar el conocimiento de Dios,
no la membresía en la iglesia ni la fidelidad a instituciones, a la próxima
generación.
Esto me ha hecho pensar en qué
medida mi propia vida está siendo fiel a este mandato generacional y cómo, no
únicamente mis palabras, sino toda mi vida está anunciando a Andreu y Anna a
nuestro Dios y lo está haciendo visible para ellos. De qué modo en Sara y en mí
pueden ver el Dios que les ama profundamente y que ha movido todo el universo
para alcanzarlos y para poderse relacionar con ellos.
Un principio
Anunciar a Dios con nuestra
vida y palabras a la próxima generación.
Una oración
Que la próxima
generación conozca y dé a conocer a Dios.
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