Divendres 25 de Novembre
Salm 47
¡Aplaudid
todos los pueblos,
aclamad
a Dios con gritos de alegría!
Porque
el Señor es altísimo y terrible.
Cantad
para Dios, cantad,
cantad
para nuestro rey, cantad,
porque
es rey de toda la tierra.
Un salmo alegre, corto y
sencillo. Estructurado en dos estrofas, cada una de ellas nos invita a una
acción dirigida hacia Dios, el aplauso y el canto. Cada una de ellas nos da una
razón para ello relacionada con el carácter del Señor y, finalmente, cada
estrofa tras darnos esa razón desarrolla el cómo podemos aplaudir y cantar a
nuestro Dios.
Al leerlo veo que el salmista
me anima a considerar el carácter del Señor y encontrar en él mismo razones
para reconocerle, decir cosas buenas de Él, expresarle lo que siento y pienso.
Para David, las razones fueron los aspectos de Dios relacionados con su realeza
y dominio. Tiene sentido pues, al fin y al cabo, él mismo era rey. A mí me
mueven más otros matices de Dios, su paciencia, conmigo, su cuidado, su
compasión, su interés genuino por mí, su deseo de hacer de mí un hombre nuevo.
Un principio
El carácter de Dios nos
proporciona motivos suficientes para honrarlo y alabarlo.
Una oración
Hoy es un buen
día para orar por los padres cristianos, para que puedan ser ejemplos vivos del
amor e interés que Dios tiene por sus hijos.
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