Dimarts 25 d’Octubre
nosotros confiamos en el Señor nuestro Dios.
Mateu 7: 15-20
15 »Guardeu-vos dels falsos profetes, que vénen a vosaltres disfressats d'ovella, però per dintre són llops rapaços. 16 Pels seus fruits els coneixereu. ¿Es cullen potser raïms dels cards, o figues dels arços? 17 Tot arbre bo dóna fruits bons, i l'arbre dolent dóna fruits dolents. 18 Un arbre bo no pot donar fruits dolents, ni un arbre dolent, donar fruits bons. 19 Tot arbre que no dóna bon fruit és tallat i llençat al foc. 20 Així, doncs, pels seus fruits els coneixereu.
Salm 20
Confían
unos en los carros,
otros
en la caballería;nosotros confiamos en el Señor nuestro Dios.
Es un salmo de batalla bellamente
construido. Una especie de coro, ya que las voces son en plural, piden que el
Señor conceda la victoria al rey sobre sus enemigos. Las voces aseguran esa
victoria y el triunfo total en la batalla.
En un momento de ese canto de
petición de victoria aparecen los versículos que he señalado al comienzo del
salmo. En la contienda, unos confían en sus recursos militares, el pueblo del
Señor confía y descansa en Dios, su Señor.
Es evidente que yo no enfrento
ningún conflicto militar ni voy a ninguna guerra, ni siquiera lo aplico a la
guerra espiritual, sin embargo, sí que enfrento situaciones, experiencias,
realidades, conflictos, desafíos, incertidumbres que van más allá de mis recursos
y que, en muchas ocasiones, me hacen sentir muy abrumado y desbordado.
Este es un buen salmo para
convertirlo en oración en esas épocas o situaciones de la vida en las cuales
podemos afirmar que nuestro auxilio sólo lo esperamos del Señor, que nuestro
socorro sólo puede venir de Él, porque nada en la tierra ni en nuestras fuerzas
o recursos nos va a librar de esa situación. Pienso que es un salmo para
situaciones difíciles y que sólo es posible orarlo con plena convicción de que
Dios me librará.
Un principio. Todos confiamos
en algo para resolver los conflictos. La cuestión es en qué o quién.
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