DILLUNS 27/2/17 QUARESMA 1

INTRODUCCIÓN

¿Cuaresma para cristianos evangélicos? Soy consciente de las reservas que puede despertar entre nosotros descendientes, de una manera u otra, de la Reforma Protestante del siglo XVI.

Muchas de nuestras comunidades practican el Adviento, el tiempo que precede a la celebración de la Navidad. La iglesia que pastoreo en Barcelona, una comunidad Bautista con más de 130 años de antigüedad, siempre ha celebrado los cuatro domingos de Adviento. El simbolismo de encender cada domingo una vela en la corona y la reflexión sobre la llegada de Jesús nos preparaba, y prepara todavía hoy, para el culto de Navidad, lleno de música, alegría y gozo por recordar el nacimiento de nuestro Mesías y Salvador.

Sin embargo, de ahí a celebrar la Cuaresma muchos pueden pensar va un gran trecho, nos suena, lo reconozcamos o no como muy católico romano y mentalmente nos cuesta aceptarlo aunque desconozcamos su origen, significado y práctica. Este es el propósito de esta guía. Explicar su origen, su significado y proveer recursos para poderlo practicar y enriquecer, por medio de ella, nuestra espiritualidad.

EL ORIGEN DE LA CUARESMA

Tal vez estaría bien comenzar explicando el significado de la palabra Cuaresma. Deriva del latín quadragésima, que significa cuadragésimo día, el día 40 antes de la Pascua. Se llama de este modo porque comprende los cuarenta días que van desde el miércoles de ceniza hasta el jueves santo, cuando comienza la celebración de la Pascua o Semana Santa.

La Cuaresma, sin embargo, no es un invento católico. Sus orígenes se remontan tan tempranamente como el siglo II de la era cristiana. Fue precisamente en estas fechas cuando los primitivos seguidores de Jesús comenzaron a celebrar la muerte y resurrección del Cristo y, consecuentemente, pensaron en la necesidad de un tiempo previ de preparación que se caracterizó por la reflexión, la meditación y la conversión espiritual. Al principio, sin embargo, no tuvo la estructura actual de los cuarenta días
previos.

Fue en siglo IV, es decir, hace más de 1600 años, que se consolidó la estructura actual de este periodo del año litúrgico. Poco a poco en todas las iglesias de la Cristiandad esta práctica se fue extendiendo y sigue celebrándose a día de hoy aunque mayoritariamente son los católicos y ortodoxos los que han preservado una tradición que se ha perdido en las iglesias de tradición reformada y posteriores.

¿Por qué cuarenta días? Bueno, no es difícil ver el simbolismo del número en los días que Jesús pasó en el desierto siendo tentado justo al comenzar su ministerio. La Cuaresma sería pues para el creyente un tiempo de travesía por el desierto para encontrarse con el Señor y evaluar su vida a la luz de la Palabra. El número cuarenta està también presente en otros personajes bíblicos, Moisés, Elías y Jonás.

Si deseamos enriquecer nuestra vida espiritual con la observancia de la Cuaresma, creo que es importante para nosotros los cristianos evangélicos, conocer su origen. Saber que no estamos «cayendo» en una práctica católica, en un legalismo o ritualismo vacío. ¡En absoluto! Estamos recobrando algo que nunca debimos perder. Volviendo a una práctica que estableció la iglesia primitiva. A un tiempo para examinar nuestras vidas.

EL SIGNIFICADO DE LA CUARESMA

Los que vivimos en las sociedades de culturas occidentales padecemos ritmos de vida frenéticos. Esto es aún más cierto si habitamos una gran ciudad, cualquiera de las grandes o medianas urbes de América Latina o Europa. La vorágine que marca la cultura y la ciudad hace que tan apenas tengamos tiempo para nada. En este tipo de entornos la reflexión, la meditación, el centrarnos en Dios parece un auténtico lujo. El peligro es que nuestra vidas, entendiendo por ellas nuestras prioridades, valores,
acciones, omisiones, deseos, anhelos, etc., pueden ir escorando más y más y llevarnos a una desorientación espiritual sino a un auténtico naufragio. ¿Vamos por el camino correcto? ¿Estamos siguiendo a Jesús? ¿Está el Maestro todavía a la vista o ya no lo visualizamos? Hay que pararse, evaluar y rectificar si fuera necesario.

Este es precisamente el propósito, la razón de ser de la Cuaresma. Es una estación que la iglesia instituyó precisamente con esa finalidad, pararnos, meditar, reflexionar sobre cómo estamos viviendo y cómo deberíamos vivir. Un tiempo para dejar que el Señor eche luz sobre el exterior y el interior. Las conductas y las motivaciones.

La Cuaresma puede significar para cualquier seguidor de Jesús una oportunidad única para profundizar en su seguimiento del Maestro. Una posibilidad de hacer un examen en profundidad de la vida persona en todas sus facetas y dimensiones. Una puerta abierta a una nueva conversión, entendiendo por conversión un volverse a Dios de los caminos errados, equivocados, de rebeldía.

La Cuaresma es, por tanto, no un lujo, sino una necesidad básica de todo seguidor de Jesús. No es una experiencia para iniciados en la fe, pastores o creyentes especialmente comprometidos ¡En absoluto! Es una llamada de parte del Señor a todos y cada uno de nosotros para considerar nuestros caminos y volvernos a Él.

LA PRÁCTICA DE LA CUARESMA

Las distintas tradiciones cristianas la celebran de maneras diferentes. Mi invitación es a mantener el fondo aunque no sigamos las formas. El fondo consiste en dedicar cuarenta días a un especial peregrinaje espiritual con el Señor. Un peregrinaje en el cual iremos exponiendo diferentes facetas de nuestra vida a la luz de la Palabra e invitaremos al Espíritu Santo de Dios a que nos guíe, tal y como prometió, a toda la verdad. Estaremos atentos a la voz del Maestro que nos dijo que es nuestro privilegio poderla oír y reconocer en medio de tantos y tantos ruidos.

Para ello cada uno de los cuarenta días encontrarás el mismo formato. En primer lugar, un fragmento de la Biblia –muchos de los pasajes son los que tradicionalmente la iglesia ha usado-. A continuación, una breve meditación sobre el texto que te invitarà a la reflexión, es decir, a mirar tu vida desde la distancia y la perspectiva, observarla desde los ojos de la Biblia. Finalmente, unas preguntas que tienen como finalidad establecer un puente entre la reflexión y la aplicación.

Te sugiero, si lo deseas, que siguas el siguiente formato:
1. Oración
Asegúrate que no hay pecado inconfesado en tu vida. Pide al Señor que según su promesa perdone tu pecado (1 Juan 1:9). Pide al Espíritu que según prometió Jesús te guié a toda la verdad (Juan 16:13)

2. Lee el pasaje y la meditación correspondiente a cada día.

3. Reflexiona ayudado de las preguntas provistas para cada día. Presta especial atención a la voz del Señor.

4. Aplica aquello que el Espíritu te invite a hacer.

Deseo de todo corazón que el viaje espiritual de la Cuaresma sea para ti una experiencia tan desafiante, enriquecedora y transformadora como lo ha sido para mí.

Día 1

Así ha dicho el Señor de los ejércitos: Meditad sobre vuestros caminos —Hageo 1:7

PARA REFLEXIONAR

Reflexión es una palabra latina que significa inclinarse hacia atrás para ganar distancia y perspectiva

¿Cuánto tiempo hace que no reflexionas sobre tu vida?

¿Qué beneficios puede aportarte reflexionar?

¿Qué temores te produce el hecho de darle un vistazo a tu vida?


Per un millor aprofitament de les lectures, us recomanem els comentaris del llibre que estem seguint, PREPARÁNDONOS PARA LA PASCUA, 40 días de reflexión bíblica personal, de Félix Ortiz, publicat per ARAGÓN Books

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