Dissabte 13 de Maig
1ª Corintis 8
1 Parlem ara de la carn sacrificada als ídols. Sabem que tots posseïm el coneixement, però el coneixement enorgulleix, mentre que l'amor edifica. 2 Els qui es fan la il·lusió de conèixer alguna cosa, encara no saben com han de conèixer. 3 En canvi, els qui estimen Déu són reconeguts per ell.
4 Pel que fa, doncs, a la qüestió de si és permès de menjar la carn sacrificada als ídols, ja sabem que un ídol del món no és res, i que de Déu només n'hi ha un. 5 És cert que n'hi ha que són considerats déus al cel i a la terra, com si de fet existissin molts déus i molts senyors. 6 Però per a nosaltres hi ha un sol Déu, el Pare, de qui tot prové i cap al qual caminem, i hi ha un sol Senyor, Jesucrist, pel qual tot existeix i també nosaltres existim.
7 Ara bé, no tothom té el coneixement. Alguns, acostumats fins ara a la idolatria, mengen la carn sacrificada als ídols com si realment fos oferta a ells, i així la seva consciència, feble com és, els fa sentir en pecat. 8 Però un menjar no ens fa ser millors o pitjors davant de Déu: ni ens faltarà res si no en mengem ni ens sobrarà res si en mengem. 9 Tot i això, estigueu alerta: que aquesta vostra llibertat no faci caure els qui són febles en la fe. 10 Perquè, si algú que encara no posseeix el coneixement que tu tens et veu a taula en el temple d'un ídol, la seva consciència, que és feble, se sentirà encoratjada i es posarà a menjar la carn sacrificada als ídols. 11 Llavors, per culpa del coneixement que tu tens, es perdrà el qui és feble, un germà pel qual Crist va morir. 12 Quan pequeu així contra els germans i feriu la seva consciència, que és feble, pequeu contra Crist. 13 Per això, si un menjar ha de fer caure en pecat un germà meu, no tastaré mai més carn, per no fer pecar el meu germà.
Salm 119: 33-48
LETRA H
Como las precedentes y como las siguientes, esta estrofa se centra en la importancia de la palabra de Dios en la vida del seguidor de Jesús.
Mi vista, nada más comenzar a pensar, se ha ido a las primeras líneas de la estrofa y a la expresión, seguir hasta el final. Me ha hecho meditar acerca de lo fácil que es comenzar y lo complicado que es acabar y, además, acabar bien.
La Biblia está llena de personajes que después de un buen comienzo acabaron mal. Estoy convencido que no era su propósito ni intención pero, por diferentes y variadas razones, no pudieron llegar hasta el final y acabar bien.
Siento que lo mismo puede suceder con mi vida y la de cualquier otro seguidor de Jesús. La intención y el deseo están ahí, pero no podemos, de ningún modo, afirmar que vamos a tener las fuerzas y la capacidad.
Es por eso que me doy cuenta de la importancia del contexto comunitario para apoyarnos y sostenernos, también para poder rendir cuentas y no sentirnos por encima del bien y del mal. Necesitamos un contexto comunitario, no para que nos juzgue y hunda en el momento de debilidad y vulnerabilidad, antes al contrario, para que nos sostenga y nos ayude a seguir adelante.
Como las precedentes y como las siguientes, esta estrofa se centra en la importancia de la palabra de Dios en la vida del seguidor de Jesús.
Mi vista, nada más comenzar a pensar, se ha ido a las primeras líneas de la estrofa y a la expresión, seguir hasta el final. Me ha hecho meditar acerca de lo fácil que es comenzar y lo complicado que es acabar y, además, acabar bien.
La Biblia está llena de personajes que después de un buen comienzo acabaron mal. Estoy convencido que no era su propósito ni intención pero, por diferentes y variadas razones, no pudieron llegar hasta el final y acabar bien.
Siento que lo mismo puede suceder con mi vida y la de cualquier otro seguidor de Jesús. La intención y el deseo están ahí, pero no podemos, de ningún modo, afirmar que vamos a tener las fuerzas y la capacidad.
Es por eso que me doy cuenta de la importancia del contexto comunitario para apoyarnos y sostenernos, también para poder rendir cuentas y no sentirnos por encima del bien y del mal. Necesitamos un contexto comunitario, no para que nos juzgue y hunda en el momento de debilidad y vulnerabilidad, antes al contrario, para que nos sostenga y nos ayude a seguir adelante.
LETRA W
Nada más leer esta estrofa el tema de la libertad ha centrado mi
atención porque aquí aparece una de las paradojas que tanto abundan en la
Biblia y que entran en total contradicción con el punto de vista que se ha
convertido en normativo en nuestra sociedad.
Parece contra todo sentido común el pensar que los mandamientos de Dios son los que producen libertad. De hecho, la mayoría de nosotros los percibimos como restrictivos y limitadores de la misma.
Sin embargo, mi experiencia es que cuando uso mi libertad para pecar contra Dios y saltarme sus mandamientos me voy convirtiendo poco a poco en un esclavo. Hay áreas de mi vida en las que cada acto de rebelión contra Dios implica una nueva vuelta en la llave de la esclavitud y una mayor quimera de libertad.
Usamos nuestra libertad para alejarnos de Dios y entregarnos en los brazos de una esclavitud mucho peor, más dañina y autodestructiva. Ya lo dijo claramente Jesús, todo aquel que hace pecado se convierte en un esclavo del pecado.
¡Que triste paradoja, Jesús viene para liberarnos del pecado y nosotros usamos esa recién estrenada libertad para entregarnos de nuevo en sus brazos! Es como el síndrome de la mujer maltratada, volvemos a nuestro maltratador para que nos esclavice aun más.
Parece contra todo sentido común el pensar que los mandamientos de Dios son los que producen libertad. De hecho, la mayoría de nosotros los percibimos como restrictivos y limitadores de la misma.
Sin embargo, mi experiencia es que cuando uso mi libertad para pecar contra Dios y saltarme sus mandamientos me voy convirtiendo poco a poco en un esclavo. Hay áreas de mi vida en las que cada acto de rebelión contra Dios implica una nueva vuelta en la llave de la esclavitud y una mayor quimera de libertad.
Usamos nuestra libertad para alejarnos de Dios y entregarnos en los brazos de una esclavitud mucho peor, más dañina y autodestructiva. Ya lo dijo claramente Jesús, todo aquel que hace pecado se convierte en un esclavo del pecado.
¡Que triste paradoja, Jesús viene para liberarnos del pecado y nosotros usamos esa recién estrenada libertad para entregarnos de nuevo en sus brazos! Es como el síndrome de la mujer maltratada, volvemos a nuestro maltratador para que nos esclavice aun más.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada